Quisiera invitar a vivir
EL 14 ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACION DE CARMEN, ROSA Y MAGDALENA,
como un recuerdo vivencial y que todas recordamos con alegría.
Sí, toda la preparación fue un momento rico para la Congregación, profundización de lo que nuestras hermanas vivieron y sufrieron, fueron martirizadas en un contexto de guerra y con ellas indistintamente muchos y muchas también murieron. Ellas corrieron la suerte de Cristo. Ellas bebieron el cáliz de la vida nueva medio de las injusticias,
Que nuestro homenaje a ellas sea la de mujeres que viven la pasión por Cristo y pasión por la humanidad, entrando cada vez con mayor convicción en la lógica de mujeres que vivimos el perdón, la reconciliación y la libertad Resucitada.
A Carmen Rosa y Magdalena hoy, como Misioneras Corazón de María, les decimos una vez más:
“Que la donación de su vidas
sea semilla de justicia y de paz para el mundo”