viernes, 1 de agosto de 2014

Tercer día de la visita «ad limina»

Los obispos catalanes participan en la statio del Miércoles de Ceniza con el Papa Francisco
Por la mañana del Miércoles de Ceniza, los obispos catalanes se han trasladado a la Basílica de San Bartolomé en la Isla Tiberina, lugar en el que el beato Juan Pablo II quiso que se mantuviera una memoria permanente de los Testigos de la Fe del Siglo XX.
Los obispos han sido recibidos por el rector de la basílica p. Angelo Romano, de la Comunidad de San Egidio que cuida de este sitio.
Foto 4: Tercer día de la visita «ad limina»Con una sencilla celebración de oración, los obispos han entregado varias reliquias de los mártires de la persecución religiosa de los años treinta en nuestra tierra, en concreto del beato obispo Manuel Borrás y compañeros, de Tarragona; del beat Mn. Josep Samsó, rector de Mataró, del arzobispado de Barcelona, de los beatos sacerdotes mártires de Urgell, Mn. Josep Tàpies y compañeros, y de las beatas hermanas Fradera, misioneras del Corazón de María, hijas de Riudarenes, obispado de Gerona.

La autora de la «Icono de los mártires del Siglo XX», que preside el altar mayor, ha explicado a los obispos la significación de la pintura
Por la tarde, los obispos han tenido el placer de participar en la celebración litúrgica del miércoles de ceniza que cada año el Papa celebra en el Aventino.  Los obispos se han reunido con el Papa Francisco en la Basílica de San Anselmo, donde se ha iniciado la statio y procesión penitencial hasta la Basílica de Santa Sabina. Allí el Papa ha celebrado la Eucaristía y ha bendecido e impuesto la ceniza a los fieles.
Francisco ha recordado que la conversión del corazón es la característica del tiempo de gracia cuaresmal y que «la conversión no se reduce a formas exteriores o vagos propósitos, sino que implica y transforma toda la existencia a partir del centro de la persona, desde la conciencia».
 Roma, 5 de marzo de 2014