El papa Francisco autorizó el día 23 de enero el Decreto que reconoce las "virtudes
heroicas", el primer paso en el proceso de beatificación", de Joaquim
Masmitjà i de Puig, nacido en Olot (Gerona) el 29 de diciembre de 1808 y
fallecido el 26 de agosto de 1886, que fundó la congregación de las Misioneras
del Corazón de María y fue canónigo de laCatedral de Girona.
Virtudes heroicas
El
reconocimiento de las virtudes heroicas de una persona otorga el título de
venerable. Esta condición ratifica que un fallecido vivió las virtudes
teologales (fe, esperanza y caridad), las cardinales (fortaleza, prudencia,
templanza y justicia) y todas las demás virtudes de manera heroica, es decir,
extraordinaria.
Ser venerable consiste en
el primer paso en el proceso oficial de la causa de los santos, antes de ser
proclamado beato y santo. Los criterios por los que se consideraba “santa” a
una persona son: su reputación entre la gente (“fama de santidad”); el
ejemplo de su vida como modelo de virtud heroica; y su poder de obrar milagros,
en especial aquellos producidos póstumamente sobre las tumbas o a través de las
reliquias.