El proyecto educativo de J. Masmitjá, orientado a la formación
integral de la persona, fue el resultado armónico de sus ricas
experiencias personales, fraguadas al calor de la Palabra del
Maestro de maestros por excelencia: Jesucristo. El objetivo
transversal, de todo su ser y quehacer, era el Amor que
emanaba de su programación pedagógica: El Proyecto del
Reino.
Todo ello, unido a sus principios y a su mirada atenta al
entorno, le llevan a discernir, a configurar un sencillo pero gran
ideario educativo: el nacimiento de un nuevo carisma para la
Iglesia, llamada a servir al mundo. La Enseñanza fue el eje
transversal elegido.
La intuición educativa de Masmitjà se ha ido concretando a lo
largo de la historia. Ha ido evolucionado. Ha traspasado
fronteras. Ha ido más allá de las aulas.
integral de la persona, fue el resultado armónico de sus ricas
experiencias personales, fraguadas al calor de la Palabra del
Maestro de maestros por excelencia: Jesucristo. El objetivo
transversal, de todo su ser y quehacer, era el Amor que
emanaba de su programación pedagógica: El Proyecto del
Reino.
Todo ello, unido a sus principios y a su mirada atenta al
entorno, le llevan a discernir, a configurar un sencillo pero gran
ideario educativo: el nacimiento de un nuevo carisma para la
Iglesia, llamada a servir al mundo. La Enseñanza fue el eje
transversal elegido.
La intuición educativa de Masmitjà se ha ido concretando a lo
largo de la historia. Ha ido evolucionado. Ha traspasado
fronteras. Ha ido más allá de las aulas.