HOY el día 26
de agosto,
nos disponemos a vivir el
134 aniversario de la Pascua del Fundador con una propuesta de especial comunión entre nosotras:invocando a Dios acontezca el milagro de irnos acercando a la
recta final de esta prolongada pandemia en nuestro mundo. Nuestro Padre Fundador
vivió de cerca, realidades epidemiológicas, se dejó tocar por esas situaciones,
las acompaño, animó y agradeció el compromiso de nuestras hermanas: “…las
monjas se han portado muy bien con la asistencia a los contagiados, ojala todo
ayude a abrir los ojos de la gente…” Joaquim Masmitjá
Oremos A la
escucha de la Palabra siempre seductora sugerente, esperanzadora hagámoslo junto
a María, Ella atenta a la realidad del mundo la contempla, la acompaña y consciente
de las heridas de la humanidad las presenta al Padre para que las sane, las
cure.
Vivamos
esa comunión congregacional y al unísono oremos por el mundo…, caminemos junto
a Nuestra Madre al despertar a una nueva jornada o al apagarse la luz del día
invoquemos luz, liberación, compasión, salud, esperanza, consuelo…sabemos que todo
cabe en su corazón misericordioso,
Si,
que esta pascua del Padre Fundador sea en nosotras una fuerte invocación a la
vida, a una mirada optimista ante la actual condición humana. Con María la
Iglesia contempla la Palabra de Dios.